Somos una granja agro ecológica integral donde vivimos en comunidad con animales y plantas.
En nuestros bosques y espejos de agua conviven microorganismos, hongos, insectos como nuestras abejas que polinizan; además por supuesto aves y distintos animales.
De nuestros bosques de frutales hacemos nuestros postres y mermeladas. En nuestras pasturas capturamos carbono del ambiente con la ayuda de nuestros rebaños de pastoreo.
En nuestra huerta e invernáculos cultivamos nuestros vegetales y frutos estacionales.Todo lo que no se consume en el restaurant o en conservas se utiliza para alimentar a nuestros animales.
En este ambiente es en el que criamos a nuestros animales, libres, caminando, trepando a los árboles y hociqueando. Vivir y coexistir con especies es nuestro lema y claramente podemos generar sustentabilidad, beneficiarnos entre todos si entendemos los hábitos y comportamientos de cada uno.
AVES, Gallinas Libres en un ambiente cuidado y nuestro chicken tractor.
Las gallinas pastorean libremente, comiendo pasto fresco, hojas, insectos, lombrices y otros organismos. Actualmente contamos con un chicken tractor (carro móvil) donde tienen espacios para dormir y nidos para poner sus huevos. Esencialmente ofrece refugio, sombra, ventilación, agua fresca ante inclemencias climáticas.
Lo interesante del carro movil es la aptitud de ir rotando cada una semana por distintos sectores del campo, buscando los mejores pastos y también sectores que tengan que ser “mejorados” a través de un impacto positivo animal.
Pueden expresar su comportamiento natural, tienen menor riesgo de enfermedades e infecciones, impactan positivamente en el suelo: fertilizan biológicamente a través del bosteo. Devuelven nutrientes esenciales para la vida del suelo.
Esto nos genera productos de alta calidad y naturales, libre de químicos, mejores nutrientes y sabor. Baja costos de alimentación en las aves y no requiere grandes inversiones de infraestructura.
Nuestro rol? Entender, observar y aprender más de los animales y su comportamiento. De esta manera buscamos crear la sustentabilidad del sistema y adaptarnos a las necesidades de nuestros animales. Los grandes protagonistas.
VACAS, Pastoreo Racional
En La Pebeta, gracias a la planificación holística, prevemos este escenario a fines del verano, donde medimos cantidad y calidad de pasto para garantizar a nuestros animales la mejor comida posible. Estudiamos los requerimientos de cada animal para ser precisos cuando designamos parcelas y su tiempo de ocupación, caminamos el campo y aprendemos de él, observando lugares estratégicos que podrían llegar a ser útiles ante adversidades: zona de terreno alto en caso de lluvias, bosques para resguardo de vientos, cercanía con los corrales en caso de emergencias, sectores de buen y abundante pasto en caso de tener pariciones.
Complementario a esto, durante la época más fría damos rollos de pasto, que funcionarían como reservas de pasto cosechadas durante la primavera/verano. Esto no solo ayuda a los animales, sino que también tiene un efecto sobre el suelo, aportando cobertura y materia orgánica sobre la superficie, semillas que son incorporadas por el pisoteo y mantiene una buena temperatura que beneficia la vida debajo del suelo que posteriormente ayuda a un buen rebrote de especies con los primeros calores.
PORCINOS, son de los animales más inteligentes.
Cuando los alimentamos o rotamos a nuevos sectores de pastoreo, intentamos que ellos mismos generen la capacidad de encontrar las fuentes de agua, refugio y comida por sí mismos, estimulando sus hábitos e inteligencia. Ellos naturalmente hociquean, es decir dan vuelta el suelo en busca de bichos, raíces y demás cosas bajo tierra. Desde nuestro manejo, intentamos generar un impacto positivo sobre la tierra y su biodiversidad. Ayudados por los chanchas buscamos áreas de suelo compactado y duro que a través de este hábito de hociquear ellos descomprimen y ablandan el suelo.
Muchísimos años atrás. Instalamos nuestro chiquero en medio del nuevo bosque, donde nuestros chanchos juegan y hociquean, algo sin precedentes en Argentina. hemos creado un ambiente donde los chanchos viven libremente, disfrutan de pasto fresco, sombra del bosque, charcos de barro creados por ellos y la posibilidad de manifestar su comportamiento natural.
Su dieta consta principalmente de insectos, pasto, raíces, hojas y nueces, más todo el material orgánico crudo del restaurant vuelve a los chanchos. Desde los primeros días de vida los lechones comienzan por sí solos a explorar el terreno y sus alrededores. Corren y juegan todo el día, gracias a esto y al estar en continuo movimiento ayuda a su desarrollo morfológico y bienestar físico. Por otro lado se manifiesta un sentido de bienestar animal que repercute en varios aspectos: psicológico, animales más dóciles, relajados y sociales.
Durante la época de pariciones se crean refugios que sirven para que la madre esté cómoda y protegida durante la lactancia de los lechones. Estos refugios la protegen a ella y sus crías de las inclemencias climáticas y predadores. A medida que los lechones van creciendo forman grupos o colonias que se mantienen durante su vida. Estos comparten una misma crianza lo cual los ayuda a sentirse seguros ante el resguardo de un grupo. Tenemos un plantel de madres que vive libremente en los bosques durante todo el año. En ciertos momentos reciben especial atención y suplementación nutricional.
No mantenemos una línea genética racial estricta, sino que nos basamos en la rusticidad y selección natural de animales. Buscamos aquellos animales que se adapten mejor a un entorno natural con mínimas intervenciones humanas. ¿A qué nos referimos? Que el animal pueda expresar su máximo potencial ante adversidades.